
Death Stranding 2 incluye a Usada Pekora porque le gusta a Kojima - Así es él
Death Stranding 2: On the Beach ya está aquí, y si has llegado lo bastante lejos en la historia, probablemente hayas visto algo inesperado. No es otra escena críptica. Ni un guiño al anime o al cine. Se trata de VTuber Usada Pekora, con voz e integrado en la misión principal. Y no, no se trata de un huevo de Pascua. Es una presencia real y continua en el segundo viaje de Sam Porter-Bridges.
Hideo Kojima dice que la razón es sencilla.
"Si me gusta algo, lo añado".
Esta cita procede de una entrevista reciente en la que explicaba cómo Pekora pasó a formar parte del universo de Death Stranding. Kojima la vio retransmitir el primer juego de Death Stranding y disfrutó. Vio la diversión. Vio la energía. Y al más puro estilo Kojima, no se limitó a quitarse el sombrero, sino que le dio a la chica conejo su propio lugar en el sombrío y decadente mundo de la América postapocalíptica.
El impacto no es pequeño. Sam puede llevar un sombrero especial con temática de Pekora que le hace gritar "Peko" durante las secuencias de reparto. En las habitaciones seguras, paredes enteras pueden ser tomadas por hiperactivos visuales en bucle de Pekora. Su música. Su estética. No es ruido de fondo. Forma parte del pulso del juego.
Ese tipo de decisión suena extraña hasta que recuerdas de quién estamos hablando. Se trata del mismo director que, en Metal Gear Solid 2, cambió el personaje jugable de Solid Snake a Raiden sin previo aviso. El que te hizo cambiar de puerto de mando para derrotar a Psycho Mantis. Quien añadió un mono en pañales vendiendo raciones entre actos en MGS4. Kojima no solo permite la sorpresa, sino que diseña en torno a ella. Su firma es tomar la cultura pop, el absurdo y la obsesión mediática y mezclarlos con las mecánicas básicas de un juego serio. No es decoración. Es una textura.

En Death Stranding 2, esa textura incluye a los VTubers.
Usada Pekora no solo es famosa en Internet. Forma parte de una oleada más amplia de influencers virtuales que han definido una nueva generación de fandom. Ella es miembro de Hololive, una agencia japonesa de VTuber masivamente popular. Desde su debut en 2019, se ha ganado un público fiel en todo el mundo gracias a su mezcla de caos verbal, humor de cuarta pared y retransmisiones de juegos de larga duración. Millones sintonizan no solo para los juegos, sino para pasar tiempo en su persona digital curada y caótica.
El auge de VTuber -especialmente durante la pandemia- llenó un espacio que los medios tradicionales no podían ocupar. Contenido personal, reactivo, de bajo riesgo, de avatares que parecían familiares pero de otro mundo. Proporcionó a los fans un nuevo tipo de celebridad, con la que se podía interactuar casi a diario. Kojima lo vio y, como siempre, respondió con integración, no con observación.
"Me dije: 'Oh, esto es divertido de ver. Entiendo por qué es popular'".
Así es como Kojima construye mundos. Si encuentra algo culturalmente poderoso, lo incorpora, no como referencia, sino como personaje, mecánica o incluso capa narrativa. Así es como Guillermo del Toro, Léa Seydoux y Nicolas Winding Refn acabaron en Death Stranding. Por eso Metal Gear Solid saltaba del realismo político a las conspiraciones de clonación militar en una sola llamada de códec. Y así es como Pekora encaja en Death Stranding 2. No sólo porque es divertida, sino porque representa cómo es el fandom ahora: interactivo, animado, ruidoso y extrañamente sincero.
Hay otras ideas extrañas de Kojima que también aparecen por todo el mapa, como un solitario capitán de submarino obsesionado con las ballenas y un predicador de autopista que solo habla en código Morse.
Los juegos de Kojima siempre han girado en torno al espacio entre el medio y el jugador. Construye juegos que parecen conscientes de que los estás viendo. Por eso Pekora encaja. Ella no rompe la inmersión, ella es la inmersión. Una streamer en directo que se introduce en un universo de conexión, entrega y sociedades fragmentadas que tratan de mantenerse unidas a través de distancias imposibles. Es una metáfora, no un truco.
Aunque algunos jugadores lo tachen de "Kojima otra vez", este movimiento tiene un propósito concreto. Death Stranding 2 trata de la evolución de las personas, los sistemas y la narrativa. Añadir un ídolo digital en forma de chica-conejo de un canal de YouTube del mundo real puede parecer una exageración. Pero para Kojima, es el mismo tipo de riesgo que dar peso narrativo a un equipo de cámara o pedir a Norman Reedus que lleve a un bebé a través de una América destruida.
En el mismo juego, Mamoru Oshii, de Ghost in the Shell, aparece interpretando a un pizzero de artes marciales. Y un hombre que interpretó a Jesús en The Chosen es ahora un personaje llamado Dollman. Estos papeles no luchan por el realismo, sino que ayudan a definir el tono. Forman parte de un collage característico de tonos que solo los juegos de Kojima ofrecen.

Es como si se hubiera atrevido a hacer este juego, y aun así ha conseguido que sea hermoso. Por cierto, en nuestro análisis de Death Stranding 2 para PC, intentamos captar la esencia del juego sin jugarlo. ¿Es extraño? Todo es como Kojima.
Kojima no ha terminado de traspasar los límites. Ha hablado de querer hacer un juego en el espacio. Y aunque puede que Death Stranding 3 no esté en marcha ahora mismo, ya ha mencionado que tiene un plan. Lo que está claro es que cuando algo le entusiasma -ya sea una película, un meme, una teoría científica o un VTuber-, va a aparecer en su próximo proyecto creativo.
Así es como Death Stranding 2 acaba con mecánicas de entrega hiperrealistas, reflexiones filosóficas sobre la vida y la muerte, y una chica anime de pelo pastel bailando en una esquina de tu piso franco. Es extraño. Es deliberado. Es Kojima.
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