Tokyo Xtreme Racer regresa después de 20 años con un renacimiento completo de Genki
Tokyo Xtreme Racer ha regresado oficialmente, marcando el primer gran lanzamiento de la serie en casi dos décadas. El resurgimiento de Genki no es un remake, una remasterización ni un homenaje nostálgico. Da la impresión de que la franquicia ha estado funcionando en silencio todo este tiempo y simplemente se ha adelantado hasta 2025.
La reseña de Oli Welsh sobre el nuevo lanzamiento, utilizada como fuente para esta publicación, destaca cómo el juego se siente como una continuación directa del trabajo de Genki de mediados de la década de 2000, no como una reinvención ni un reinicio. El estudio ha resucitado el proyecto tras cerrar su división de carreras en 2006, y ahora la serie ha resurgido, esta vez en Steam.
El juego se lanzó originalmente en acceso anticipado en enero de 2025, antes de llegar a su versión 1.0 el 25 de septiembre. El enfoque de Genki no ha sido modernizar ni renovar el concepto, sino preservar el ADN de los títulos originales. Las carreras siguen disputándose exclusivamente de noche por las autopistas y circuitos de Tokio. Los encuentros se desarrollan al detectar a los pilotos rivales, hacer destellar las luces y transformar las calles de la ciudad en arenas donde las barras de salud se agotan según la distancia y el rendimiento.

Ese diseño simple esconde una mezcla de imprevisibilidad y tensión. Dependiendo de dónde se encuentre el rival y la ruta que elija, los combates pueden variar desde carreras cortas por autopistas abiertas hasta duelos técnicos en circuitos repletos de curvas y tráfico. Si bien el contacto directo consume energía, el principal desafío reside en mantener trazadas limpias y rápidas mientras se abren paso a alta velocidad sin perder impulso.
Sin embargo, el elemento mecánico de las carreras es solo una capa. Gran parte del juego gira en torno a coleccionar coches, desbloquear ventajas y personalizarlos con la estética icónica de los tuneadores de finales de los 90 y principios de los 2000. Aparecen modelos legendarios como el Nissan Fairlady Z de 1998 o el Toyota Sprinter Trueno de 1987, y la progresión se basa en pulir las carreras, enfrentarse a rivales y crear las condiciones necesarias para enfrentarse a los escurridizos pilotos "Wanderer".

Cada encuentro también refleja la peculiar personalidad de la serie. Los equipos rivales tienen nombres extravagantes, mientras que los pilotos individuales tienen biografías elaboradas y seudónimos como Júpiter Melancólico o Mangosta Silenciosa. Las zonas de aparcamiento sirven como puntos de encuentro informales, donde los jugadores pueden interactuar con sus rivales, explorar futuros desafíos y simplemente contemplar la estilizada escena de siluetas de personajes junto a sus coches.

La presentación se mantiene fiel a la estética de la era de PS2. Los gráficos se mantienen deliberadamente granulados y con un toque de luz lunar, con largos tramos de carretera iluminados por luces de sodio y torres distantes. La banda sonora se inclina con fuerza hacia guitarras crujientes, techno vibrante y riffs de órgano Hammond, lo que refuerza una atmósfera distintiva que lo distingue de los simuladores de carreras modernos o las alternativas arcade.
Esa vibra, más que las carreras técnicas puras, define el atractivo del regreso de Tokyo Xtreme Racer. El juego tiene menos en común con los simuladores de carreras contemporáneos y más con un ciclo de rol atmosférico, donde la progresión, la recolección y la inmersión en una subcultura específica importan tanto como los tiempos de vuelta. La combinación de una presentación minimalista y sistemas de progresión complejos ha permitido que la serie mantenga su estatus de culto, y la decisión de Genki de mantenerse fiel en lugar de modernizarse parece intencionada.

El resurgimiento llega en un momento en el que pocos lo esperaban. La división de carreras de Genki había estado inactiva durante casi 20 años, con una breve aparición gracias a las fallidas adaptaciones para móviles de Shutokou Battle. El repentino regreso de Tokyo Xtreme Racer, con un lanzamiento oficial en PC y un ciclo de acceso anticipado, demuestra el compromiso con la fórmula que en su día definió una generación de juegos de carreras callejeras.
Aquí está Tokyo Xtreme Racer en Steam.
Para los jugadores que no estén familiarizados con la serie original, esta entrega ofrece una mirada directa al diseño distintivo de la cultura de carreras clandestina japonesa, filtrado a través del diseño de juegos de principios de la década de 2000. Para los fans que regresan, es una continuación sin apenas interrupciones, lo que demuestra que la visión de Genki no ha perdido ni un ápice de su claridad a pesar de su larga ausencia.
Puede que Tokyo Xtreme Racer no busque el realismo ni se expanda con sistemas modernos de mundo abierto, pero al hacerlo consolida una identidad única. Es un juego de carreras que se centra tanto en la atmósfera, la persistencia y el descubrimiento como en la velocidad. Tras dos décadas de ausencia, Genki ha restaurado su mundo casi exactamente como lo dejó, y ese acto de preservación se siente como su mayor audacia.
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