
Doom vuelve a SNES con un cartucho ensangrentado y un nuevo mando
Doom es uno de esos juegos que se niega a quedarse en el pasado. Mientras que otros clásicos reciben remasterizaciones o sutiles guiños en títulos modernos, Doom tira la puerta abajo, lleno de ruido, píxeles y acordes potentes. Esta vez, en 2025, se reeditará para SNES, con funciones adicionales y un mando especial.
Limited Run Games está detrás de este lanzamiento y ha formado equipo con Randy Linden, el mismo desarrollador que hizo la adaptación original para SNES en los años 90. No se trata de un simple reempaquetado. Doom para SNES está disponible en dos versiones: una edición estándar por 99,99 $ y una edición de coleccionista por 174,99 $. Cada una incluye un cartucho, un libro de instrucciones y un póster. La versión de coleccionista es más llamativa, con un cartucho salpicado de sangre y una caja estampada. Sólo existen 666 unidades.
También hay un mando a juego, que se vende por separado a 34,99 $. Está inspirado en la armadura del Doom Slayer e incluye dos motores de vibración, algo que no tenían los mandos originales de SNES. No se trata sólo de estética. La reedición añade características que la elevan por encima de la versión original de los 90: 14 niveles extra, reaparición de enemigos en el modo Pesadilla y el desaparecido mecanismo de trazado de círculos.
Los pedidos anticipados saldrán a la venta el 11 de julio y estarán abiertos hasta el 10 de agosto, pero si la historia sirve de indicador, la edición de coleccionista no durará más que unas horas. ¿La fecha de salida real? Febrero de 2026. Así que habrá que tener paciencia.

En una época en la que todo es servicio en vivo o sandbox de mundo abierto, todavía hay sitio para los títulos heredados cuidadosamente elaborados. Aprovechan una nostalgia que no sólo alimenta el juego retro, sino que lo define.
Doom no es el único juego que recibe este tipo de tratamiento retro. Los juegos antiguos están de moda. A principios de este año, Tetris Effect recibió una nueva versión en cartucho para Game Boy, con gráficos optimizados para OLED en el hardware original. Y Shovel Knight, aunque no es realmente vintage, sigue prosperando imitando la estética retro de nuevas formas. Esta oleada de reediciones y retrocesos espirituales demuestra que el pixel art y las bandas sonoras MIDI siguen teniendo un fuerte arraigo entre los jugadores modernos.
Lo que está ocurriendo con Doom también refleja la cultura que rodea a estos reinicios. No se trata de sacar dinero barato. El enfoque de Limited Run hace que el envoltorio y los extras formen parte de la experiencia. El cartucho no es sólo un soporte, sino una conexión física con otra era de los videojuegos. El mando rumble es un guiño a lo que podría haber sido si la tecnología hubiera avanzado un poco más a principios de los noventa.

El Doom de SNES siempre fue un milagro de la tecnología. Por aquel entonces, conseguir que ese juego funcionara en un hardware tan limitado se consideraba imposible. Era más lento, más borroso y más reducido, pero era Doom. Era suficiente. En cambio, esta edición de 2025 no escatima en nada. Aporta lo mejor de ambos mundos: el encanto original y la usabilidad moderna.
También es un extraño contraste con el aspecto actual de la serie Doom. La última entrega, Doom: The Dark Ages, es todo gore en alta resolución y combates medievales masivos. Mientras tanto, el Doom de SNES reaparece como un fósil pulido y bañado en oro. Pero ambos parecen auténticos. Uno muestra la evolución de la serie; el otro, su legado.
Hay algo reconfortante en este tipo de continuidad. Doom es tanto un ritual de juego como una franquicia. Puedes arrancar cualquier versión, desde la de SNES hasta la de PS5, y sentirte como en Doom. La velocidad, las armas, el movimiento... todo es intemporal.
Y esta edición no es sólo para jugar a Doom. Se trata de coleccionarlo, exhibirlo y recordar lo extraño e increíble que es que este shooter pixelado siga siendo relevante en 2025.
Para los fans de toda la vida, es un recordatorio de que sus juegos favoritos no han caído en el olvido. Para los nuevos, es una ventana a una época que dio forma a todo el género de los FPS. En cualquier caso, SNES Doom ha vuelto. Salpicado de sangre, más ruidoso que nunca y totalmente listo para arrasar.
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