La demanda contra Subnautica 2 se agrava y Krafton cambia de estrategia en el litigio en curso
El litigio en curso en torno a Subnautica 2 ha entrado en una fase aún más confusa, ya que Krafton, propietaria de Unknown Worlds, ha cambiado bruscamente sus argumentos legales. Lo que antes era un caso en el que los fundadores supuestamente intentaban sacar a la venta el juego antes de que estuviera listo, ahora se ha replanteado, dejando a los abogados, al juez y a los observadores de la industria cuestionándose las motivaciones detrás de la medida.
Inicialmente, Krafton argumentó que la decisión de despedir a los fundadores se debió a su creencia de que Subnautica 2 estaba preparado para un lanzamiento de acceso anticipado. Según Krafton, el equipo directivo abandonó el proyecto y la empresa argumentó que esto justificaba su despido. Esta afirmación situaba la preparación del juego en el centro de la disputa, pero en una reciente sesión judicial, Krafton abandonó por completo ese razonamiento, sustituyéndolo por acusaciones de engaño y abandono.
La juez Lori W. Will calificó la revocación de preocupante, señalando que la supuesta falta de preparación se había citado tanto en las notificaciones de rescisión como en argumentos anteriores. Fortis Advisors, que representa a los fundadores destituidos, calificó el giro de "cambio sísmico" y expresó su confusión sobre por qué se abandonaba una reclamación tan importante en esta fase. La incertidumbre ha complicado el descubrimiento, con Fortis exigiendo documentos que Krafton insiste en que son irrelevantes, a pesar de estar vinculados directamente a su justificación original de la terminación.
La confusión se suma a la frustración existente en torno a por qué Subnautica 2 se ha retrasado hasta 2026. Los fans esperaban que la secuela llegara mucho antes, pero los cambios en la batalla legal sugieren problemas más profundos entre bastidores. Mientras Krafton insiste en que el despido estaba justificado por mala conducta, los fundadores replican que el verdadero motivo era financiero, señalando las acusaciones de que el editor ralentizó deliberadamente el desarrollo para evitar el pago de una enorme indemnización.
El núcleo de esta acusación es una prima de 250 millones de dólares vinculada a objetivos de rendimiento. Los fundadores sostienen que Krafton retrasó intencionadamente el lanzamiento de Subnautica 2 para evitar el pago, una alegación que, según Fortis, requiere acceso a comunicaciones y correos electrónicos internos. Hasta ahora, Krafton se ha resistido a proporcionar un amplio acceso, ofreciendo sólo materiales de unos pocos miembros del personal de alto nivel. El juez Will se opuso a este enfoque estrecho, señalando que parecía poco probable que las conversaciones relevantes se limitaran a un círculo tan pequeño.

Las tensiones aumentaron aún más cuando Krafton acusó a los fundadores de llevarse archivos confidenciales y conservar dispositivos de la empresa tras su despido. La defensa replicó que los materiales estaban legítimamente en su posesión y rechazó la petición de Krafton de una inspección forense del hardware personal. El juez se puso de parte de Krafton en este punto, calificando la petición de demasiado invasiva.
A pesar de estas resoluciones, el caso sigue en la fase de proposición de pruebas sin una resolución clara a la vista. Se ha ordenado a ambas partes que se pongan de acuerdo sobre los custodios y el acceso a los datos, aunque la anterior negativa de Krafton a cooperar en cuestiones similares ya ha frustrado al tribunal. Con argumentos centrales que cambian a mitad del caso y pruebas fundamentales que siguen en disputa, el camino a seguir parece cada vez más complicado.
Para los jugadores que esperan Subnautica 2, la batalla legal sigue eclipsando cualquier novedad sobre el juego en sí. Krafton no ha aclarado los avances en el desarrollo, más allá de confirmar que el lanzamiento se ha retrasado. Mientras tanto, las idas y venidas en los tribunales siguen sugiriendo que son los conflictos internos, y no sólo la dirección creativa, los que están provocando los retrasos.
El pleito de Subnautica 2 pone de relieve cómo las disputas corporativas pueden tener consecuencias directas sobre los calendarios de desarrollo y las expectativas de los fans. Hasta que la situación legal se estabilice, las preguntas sobre el futuro de la secuela seguirán sin respuesta, y el conflicto entre Krafton y sus antiguos dirigentes no muestra signos de enfriarse.
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