Nobuo Uematsu, compositor de Final Fantasy, critica la falta de libertad creativa en la música de los videojuegos modernos
Nobuo Uematsu, el legendario compositor responsable de las bandas sonoras de los nueve primeros títulos de Final Fantasy y de innumerables obras más, ha vuelto a hablar sobre el estado de la música de los videojuegos modernos. Conocido por sus composiciones que transgreden los géneros y su ambiciosa variedad, Uematsu ha sido considerado durante mucho tiempo una de las figuras más influyentes de la industria. Sus últimas declaraciones, sin embargo, revelan su frustración por la escasa libertad creativa que se da hoy en día a los compositores de videojuegos.
En una entrevista concedida al medio japonés Real Sound, de la que se hizo eco Automaton y que luego ampliaron otras publicaciones, Uematsu compartió su opinión sobre por qué la música de los videojuegos tiende a lo que él considera una dirección restrictiva. Evitó calificar el estado actual de la industria de estancamiento total, pero hizo hincapié en las crecientes limitaciones que directores y productores imponen a los compositores.
"No llegaría a decir que la industria está estancada, pero creo que los directores y productores tienen demasiado poder en el departamento musical", afirma Uematsu. "Incluso ahora, los compositores de juegos no están en posición de expresar mucho sus opiniones, y por muchos conocimientos y habilidades que tengan, es difícil transmitirlos". - Nobuo Uematsu
La preocupación de Uematsu radica en el predominio de los estilos cinematográficos. Según él, muchos productores prefieren una música que emule el arrollador estilo orquestal popularizado por John Williams, a menudo a expensas de la originalidad.
"Hay muy pocos productores que conozcan bien el entretenimiento global y los distintos géneros musicales", explica Uematsu. "Así que basta con tocar música cinematográfica al estilo de John Williams. Quiero hacer algo para remediar esta situación, pero cuanto mayor es el contenido, más difícil resulta. Personalmente, me gustaría que surgieran más compositores independientes jóvenes y llenos de energía." - Nobuo Uematsu
Square Enix ha confirmado que Final Fantasy 7 Remake Intergrade saldrá a la venta el 22 de enero de 2026 para Nintendo Switch 2, Xbox Series X/S y PC, marcando el esperado debut de la serie fuera de PlayStation. La edición Intergrade incluye el juego base y el DLC de Yuffie, ofreciendo a los jugadores de todas las plataformas la versión más completa hasta la fecha y preparando el terreno para la trilogía completa.

Uematsu ya ha descrito las bandas sonoras de los juegos modernos como "aburridas" o "menos extrañas", sugiriendo que gran parte de la experimentación y excentricidad que una vez definieron el medio se ha desvanecido. Cree que la excesiva dependencia de las partituras orquestales seguras desalienta la asunción de riesgos. Para él, la música de videojuegos debe evolucionar constantemente, aunque eso signifique mezclar influencias inesperadas o experimentar con sonidos poco convencionales.
Al reflexionar sobre su propio trabajo, Uematsu recuerda los riesgos creativos que asumió al componer los temas de Final Fantasy VII, sobre todo el de la batalla final. La pieza se ensambló a lo largo de tres semanas de constantes reajustes, y acabó convenciendo a sus colegas para que aceptaran su visión a pesar del escepticismo inicial. Este tipo de persistencia y convicción creativa, sugiere, es lo que permitió que su trabajo destacara.
El contraste, en su opinión, es que los compositores modernos se encuentran con demasiada frecuencia encasillados en un marco en el que se desalienta la desviación. En lugar de esforzarse por innovar, se les pide que ofrezcan una música pulida pero predecible que se adapte a una visión estrecha de cómo debe sonar la "música de videojuegos". Destacó cómo las bandas sonoras convencionales recurren ahora en gran medida a secuenciadores y texturas sintéticas sin romper el molde.
"Francamente, ahora hay menos 'cosas raras'", dijo Uematsu.
Aún así, ve oportunidades para el cambio. Inspirándose en artistas como Elton John, que se las arregló para seguir nuevas direcciones creativas incluso después de un gran éxito comercial, Uematsu anima a los compositores de hoy a buscar sus propias voces. Cree que, incluso dentro de sistemas restrictivos, los músicos pueden explorar nuevos sonidos y enfoques. Por ejemplo, mezclar música orquestal con elementos electrónicos o tecno puede dar resultados comercialmente viables y artísticamente atrevidos.
Esta perspectiva encaja con la filosofía de Uematsu a lo largo de su carrera. Su trabajo en Final Fantasy fusionaba géneros con frecuencia, pasando de temas de batalla inspirados en el rock a baladas operísticas y temas caprichosos de estilo chiptune dentro del mismo juego. Ese eclecticismo, argumenta, es parte de lo que hizo tan memorables las primeras épocas de la música de videojuegos. En comparación, cree que los títulos modernos a veces sacrifican la individualidad en pos de una atmósfera cinematográfica que se difumina de un juego a otro.
Aunque Uematsu ha dejado de componer bandas sonoras de videojuegos en los últimos años, sigue de cerca la industria y sigue interesado en su dirección artística. Reconoce que las producciones a gran escala conllevan inevitablemente compromisos, pero confía en que los desarrolladores independientes y las nuevas voces del sector amplíen los límites de una forma que el gran público suele evitar.
Para los jugadores que crecieron con las icónicas bandas sonoras de Final Fantasy, los comentarios de Uematsu resuenan tanto como una crítica como una llamada a la acción. La sugerencia no es que las partituras orquestales sean intrínsecamente malas, sino que su predominio corre el riesgo de desplazar la diversidad y la experimentación que una vez definieron la música de los videojuegos. Al instar a los compositores a abrazar de nuevo lo "raro", Uematsu apunta hacia un futuro en el que las bandas sonoras de los videojuegos podrían reclamar su papel como una de las músicas más aventureras y sorprendentes del entretenimiento.
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