
Los clásicos salones recreativos de Japón están desapareciendo y un fotógrafo lucha por conservarlos
Si alguna vez has echado un puñado de monedas en un mueble destartalado y has perdido horas jugando a Street Fighter II o Virtua Fighter, ya conoces la magia que está desapareciendo poco a poco. Los legendarios centros de juego de Japón están cerrando sus puertas, uno tras otro, y ahora el fotógrafo Víctor Alonso intenta capturarlos antes de que desaparezcan por completo.
Alonso pasó un mes entero en 2023 viajando por Japón, persiguiendo esa luz dorada y parpadeante de la nostalgia. ¿El resultado? The Last Game Centers, un libro fotográfico con 25 arcades increíbles, cada uno congelado en el tiempo.

Aunque el libro se publicó originalmente en español y japonés, hay grandes noticias: se ha inaugurado una exposición completa en la && Gallery de Los Ángeles, que permanecerá abierta hasta el 5 de mayo. Y lo que es aún mejor, ¡hay planes para publicar una versión en inglés del libro!
"No buscaba necesariamente los salones recreativos más grandes o famosos, sino los que tenían alma y seguían abiertos", explica Alonso en una entrevista por correo electrónico.
afirma Alonso en una entrevista por correo electrónico.
"Si un centro de juegos tenía ese aire de 'fin de una era', entraba directamente en mi lista".
El viaje de Alonso no consistió sólo en hacer fotos, sino en conservar recuerdos. Habla de viejos asalariados que salen de edificios medio abandonados, de luces antiguas que zumban en la noche y de espacios vacíos que una vez resonaron con los gritos de rivales adolescentes. ¿Su foto favorita? Un hombre de pie frente a un salón recreativo medio olvidado, "Game in Rido", completamente solo, pero con el latido de toda una época.
Tiene algo crudo. Algo final.
¿Y lo más triste?
"Dos años después, 1/4 de los salones recreativos que documenté ya están cerrados o han desaparecido".
admite Alonso.

Una lucha por mantener viva la historia
Aunque el libro original estuvo a punto de agotarse, la soñada edición "Etiqueta Negra" no alcanzó su objetivo de financiación en Kickstarter. Esa versión habría sido aún mayor, con fotos extra, notas entre bastidores y nuevas reflexiones.
Pero no pierdas la esperanza. Alonso sigue trabajando con su editor, Héroes de Papel, para encontrar otra forma de hacerlo realidad, especialmente para todos los fans de fuera de Japón que piden una versión en inglés.
"Recibo mensajes casi semanalmente de gente de todo el mundo pidiéndolo, y quiero llevar esta historia a todos los que alguna vez echaron una moneda en un armario y sintieron que algo chispeaba".
dijo.
Está claro que todavía hay un público al que le importa la magia de los salones recreativos físicos, una comunidad que se niega a dejar que esos recuerdos se desvanezcan.

Contexto: Por qué importan los salones recreativos
Los salones recreativos japoneses han tenido un impacto cultural mayor de lo que la gente cree. Desde el nacimiento de escenas competitivas de deportes electrónicos (como los primeros torneos de Street Fighter) hasta la configuración de la forma en que generaciones enteras socializan y se relajan, los salones recreativos no eran sólo entretenimiento: eran una forma de vida.
Juegos como Street Fighter II, DDR, Virtua Fighter y muchos otros encontraron su hogar espiritual en los humeantes centros de juego japoneses mucho antes de dominar las salas de estar y las clasificaciones online.
Incluso hoy en día, si visitas lugares como Mikado, en Tokio, verás a jugadores empedernidos reunidos en torneos locales que siguen pareciendo más reales que cualquier cosa online.

Los salones recreativos japoneses, a la altura de los grandes
Si te estás preguntando cómo se compara este mundo de máquinas recreativas con algunas experiencias occidentales, merece la pena recordar que la historia de los salones recreativos de videojuegos se remonta a tiempos inmemoriales y a menudo se sitúa al lado de experiencias clásicas como Time Crisis, House of the Dead e incluso los primeros experimentos de realidad virtual.
He aquí una pequeña clasificación de los queridos juegos de Battlefield, ya que hablamos de nostalgia:
Proyectos como The Last Game Centers son algo más que meros alicientes nostálgicos. Son intentos de preservar un momento cultural real y físico antes de que desaparezca por completo. En una época en la que todo se desplaza rápidamente a Internet y los viejos espacios cierran, es reconfortante saber que alguien está documentando a los últimos supervivientes de una época realmente dorada.
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