
Los juegos de perros vuelven en 2025
El mundo de los videojuegos lleva años obsesionado con los gatos, con títulos como Stray y Little Kitty, Big City acaparando todas las miradas. Pero los perros, a menudo marginados como enemigos o compinches, empiezan a reclamar su lugar como protagonistas de sus propios juegos.
Un reciente artículo de Austin Manchester en Polygon destaca este cambio, señalando la falta de juegos dedicados a los perros y el potencial de los nuevos títulos para captar la esencia caótica y emocional del mejor amigo del hombre. Con los lanzamientos recientes y los que están por llegar, 2025 se perfila como un año en el que los juegos de perros recibirán por fin la atención que merecen.
Históricamente, los perros han tenido mala fama en los videojuegos. Desde los sabuesos gruñones de Bloodborne hasta los perros militares de los shooters en primera persona, a menudo se les considera enemigos a los que hay que abatir. Pero la situación está cambiando. Los desarrolladores empiezan a ver el potencial de crear juegos en los que los perros ocupen el centro del escenario, no como amenazas, sino como protagonistas con sus propias historias. El atractivo es evidente: los perros son leales, traviesos y llenos de personalidad, lo que los hace perfectos para juegos que mezclan humor, caos y momentos entrañables.
Una de las fuentes de inspiración para este cambio son juegos de gatos como Stray, que conseguían el equilibrio entre exploración y narración emocional. Un juego de perros podría seguir un camino similar, permitiendo a los jugadores controlar a un cachorro en su búsqueda del camino a casa. Imagina a un sabueso travieso cavando agujeros, chapoteando en el barro o marcando todas las bocas de incendios a la vista. El caos sería infinito, con momentos de pura energía canina, como perseguir ardillas o destrozar un par de calcetines, seguidos de la clásica cara de cachorro de "¿quién, yo? Este tipo de juego podría capturar la alegría y la imprevisibilidad de los perros de una forma fresca y atractiva.

El lado emocional de los perros también ofrece un gran potencial narrativo. Juegos como Stray y Copycat incluyen temas como la pérdida y el abandono en su narrativa, y los perros, conocidos por sus profundos lazos con los humanos, podrían tener un peso similar. Un juego sobre un perro de un refugio que encuentra un hogar definitivo o un cachorro vagabundo que sobrevive en un mundo postapocalíptico podría tocar la fibra sensible de los jugadores. Esta profundidad emocional es lo que diferencia a este tipo de juegos, y por eso los juegos de perros tienen tanto potencial por explotar: "Arooos mira sombríamente al cielo", escribió Austin Manchester en Polygon, captando el anhelo de más juegos centrados en perros.
Los últimos lanzamientos ya son prometedores. Farewell North, lanzado en 2024, pone a los jugadores en la piel de un border collie en un viaje emocional para devolver el color a un mundo sombrío. El juego se apoya en la lealtad y el corazón de los perros, ofreciendo una experiencia narrativa que se desmarca de los habituales títulos de acción. Es un paso adelante hacia el tipo de juego de perros que los fans ansían: uno que se centre menos en el combate y más en la conexión. Al centrarse en la exploración y la atmósfera, es un buen ejemplo de lo que pueden conseguir los juegos de perros cuando los desarrolladores dan prioridad a la historia y los personajes.
De cara a 2026, Ikuma está dando que hablar por su mezcla única de mecánica de escalada y jugabilidad centrada en los perros. Los detalles son aún escasos, pero la idea de un perro escalando obstáculos en un mundo vibrante suena como una nueva visión del género. Por su parte, Haunted Paws aportará un toque de terror al permitir que dos jugadores controlen a sus cachorros en una espeluznante aventura. Este enfoque cooperativo añade una nueva capa a los juegos de perros, combinando el encanto de las travesuras caninas con sustos desenfadados. Estos títulos demuestran que los desarrolladores están empezando a experimentar con los perros de forma creativa, yendo más allá de los papeles de compañía vistos en juegos como Baldur's Gate 3, donde el perro Scratch es un querido compañero, pero no el centro de atención.

Imagen: Larian Studios vía Polygon
Otros juegos se han adentrado en la jugabilidad centrada en el perro, pero pocos lo han hecho del todo. Okami, con su protagonista lobo, se acerca, pero se inclina más hacia lo mítico que hacia un perro mundano. Dog Simulator 3D en Poki, lanzado en 2019, permite a los jugadores guiar a un perro a través de desafíos y tareas de construcción familiar, pero sus mecánicas simplistas no igualan la profundidad de algo como Stray. En la escena indie, plataformas como itch.io albergan títulos como Pet the Pup at the Party y Goodboy Galaxy, que ofrecen experiencias caninas breves y encantadoras, pero carecen del pulido de lanzamientos más grandes. Estos juegos insinúan el potencial de las historias centradas en perros, pero a menudo se quedan cortos a la hora de adoptar plenamente el caos y el corazón de un verdadero juego de perros.
La demanda de juegos para perros es evidente, y los desarrolladores están empezando a escucharla. Un juego con un botón dedicado a "acurrucarse" o una mecánica para hacer zoomies y destrozar calcetines podría captar la esencia de la vida canina de un modo que resonase con los jugadores. Imaginemos un título como "Dog Quest The RPG", en el que el jugador mejora las habilidades de su cachorro para ir a buscar comida, cavar o mover la cola, o un "Stray Pup" postapocalíptico que recorre un mundo en ruinas. Estas ideas, como sugiere Manchester, prácticamente se escriben solas. Con Farewell North ya en el mercado e Ikuma y Haunted Paws en el horizonte, el mundo de los videojuegos está dando por fin a los perros su oportunidad de brillar.
El éxito de juegos para gatos como Stray es un modelo de lo que podrían ser los juegos para perros. La mezcla de exploración, puzles y narración emocional de Stray muestra cómo crear un juego desde la perspectiva de un animal. Los juegos para perros podrían tomar prestada esta fórmula, añadiendo su propio sabor con comportamientos caninos específicos como ladrar a los carteros o pedir golosinas. A medida que más desarrolladores tomen nota, a partir de 2025 podría producirse una oleada de juegos para perros que rivalicen con sus homólogos felinos y ofrezcan aventuras caóticas, sentidas e inolvidables a partes iguales.
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