Valve Posiciona Steam Machine Como Una Opción A Nivel De PC Con Comodidades De Salón

Valve ha dado la indicación más clara hasta ahora de cómo planea fijar el precio de Steam Machine, el PC híbrido que presentó a principios de este mes. El dispositivo, que puede funcionar como una consola compacta de salón o como un ordenador de sobremesa estándar, ha despertado un gran interés desde su presentación. Hasta ahora, sin embargo, la empresa había evitado hablar de lo que los clientes podrían llegar a pagar.

Eso cambió durante una aparición en el podcast Friends Per Second, donde Lawrence Yang y Pierre-Loup Griffais describieron el rango de precios al que se dirige Valve. Muchos posibles compradores esperaban una cifra, pero los dos tuvieron cuidado de evitar detalles. Aun así, Griffais no dejó lugar a dudas sobre la estrategia de la compañía.

"Creo que si construyes un PC a partir de piezas y consigues el mismo nivel de rendimiento, ése es el rango general de precios en el que queremos estar", dijo. "Idealmente, seríamos bastante competitivos con eso, y tendríamos una oferta bastante buena".

Este planteamiento alinea Steam Machine con los PC de gama media, en lugar de con las consolas subvencionadas, que a menudo se venden por debajo del coste para impulsar las ventas de software. Cuando se le preguntó si el hardware estaría subvencionado, Griffais descartó esa idea y repitió que el dispositivo estará "más en línea con lo que se puede esperar del mercado actual de PC". Valve sigue afinando su estructura interna de costes, añadió, pero el objetivo sigue siendo el mismo: igualar la relación rendimiento-precio de una máquina autoconstruida a la vez que se incorporan funciones que los PC estándar dejan en manos del usuario.

Griffais se refirió a esas características más de una vez. El formato compacto del sistema y su bajo nivel de ruido son ejemplos prácticos, pero también hizo hincapié en los detalles que combinan la comodidad con las expectativas del salón. La compatibilidad con HDMI-CEC permite a Steam Machine encender o apagar un televisor. Un único botón del mando puede activar el dispositivo, provocando una experiencia más parecida a la de una consola que a la de una torre personalizada. En su opinión, estos pequeños detalles solucionan las frustraciones que surgen al utilizar un PC tradicional junto a un televisor.

"Se trata de funciones que, en realidad, son muy difíciles de crear si uno se fabrica su propio PC de juegos a partir de piezas", afirma.

El tipo de comportamiento integrado que los usuarios dan por sentado en las consolas -sobre todo, el control de potencia sin esfuerzo- suele requerir componentes posventa o no puede conseguirse en absoluto en una construcción típica". En su opinión, esta distinción ocupa su propia categoría.

"En realidad, no tiene precio, porque no es algo que exista ahora mismo en el mercado de PC".

Aun así, Griffais reconoció que un segmento del público prefiere construir máquinas desde cero y seguirá haciéndolo. Para todos los demás, Valve considera que Steam Machine es una base capaz, que ofrece un rendimiento en consonancia con las expectativas establecidas para los PC y, al mismo tiempo, incluye funciones que de otro modo serían difíciles de conseguir. Este posicionamiento sugiere que la compañía está tratando el dispositivo como un punto de entrada en el ecosistema de PC más amplio, en lugar de como un competidor de los equipos personalizados de gama alta.

En la entrevista también se habló brevemente de la posibilidad de ampliar el hardware. Griffais indicó que Valve podría considerar una versión "Pro" más potente en el futuro, aunque la prioridad sigue siendo la configuración actual. En su opinión, este modelo ofrece "una buena relación entre asequibilidad y potencia".

Valve tiene previsto poner a la venta Steam Machine el año que viene, aunque no ha facilitado una fecha de lanzamiento. La distribución seguirá el patrón establecido por la Steam Deck, con hardware vendido directamente en lugar de a través de minoristas de terceros. Los analistas vigilan de cerca el precio. Como declaró Rhyss Elliott, de Alinea Analytics, a Eurogamer a principios de mes, todo lo que supere los 500 dólares corre el riesgo de situar el dispositivo en un nicho ocupado por los PC compactos en lugar de las consolas de salón. Elliott argumentó que 400 dólares, junto con un mando, la afianzarían como una alternativa accesible en un momento en que las consolas tradicionales tienden a subir de precio.

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