La beta de Call of Duty: Black Ops 7 se enfrenta a problemas de trampas antes de su lanzamiento completo
La beta de Call of Duty: Black Ops 7 ya está en marcha, dando a los jugadores la oportunidad de experimentar el juego antes de su lanzamiento el 14 de noviembre. Sin embargo, los informes de trampas surgieron casi de inmediato, con la aparición en línea de clips que muestran aimbots y hacks de pared activos a las pocas horas del lanzamiento de la beta. A pesar de requerir TPM 2.0 y Secure Boot en PC para mejorar la seguridad, estas protecciones no han impedido del todo que los tramposos se infiltren en las partidas.
Treyarch confirmó que algunas de las cuentas que usaban trampas fueron baneadas manualmente durante la prueba, pero el desarrollador también reconoció que la versión mejorada de Ricochet Anti-Cheat aún no se ha implementado por completo en la beta. En su lugar, los sistemas más avanzados se introducirán cuando el juego se lance oficialmente. Esta laguna ha dejado la prueba actual vulnerable a software de trampas más antiguo, frustrando a los jugadores que esperaban salvaguardas más fuertes después de que Activision hiciera hincapié en requisitos más estrictos para el acceso.
#TeamRICOCHET abordó el tema con una actualización, explicando que la fase beta se está utilizando para desplegar y supervisar nuevas herramientas de detección en condiciones reales. "Estamos atacando a los creadores y vendedores de trampas desde todos los ángulos: detecciones en el juego que los detienen en seco y acciones legales que desmantelan sus operaciones", declaró el equipo. Confirmaron que los tramposos vetados durante la beta se enfrentarán a bloqueos permanentes en todos los títulos de Call of Duty, no sólo en Black Ops 7.
El nuevo marco antitrampas está diseñado para utilizar defensas en capas, combinando TPM 2.0 y Secure Boot con avanzados sistemas de aprendizaje automático entrenados a partir de millones de horas de juego de Call of Duty: Black Ops 6. Se espera que estos sistemas detecten actividades sospechosas en el juego. Se espera que estos sistemas detecten comportamientos sospechosos con mayor precisión, distinguiendo entre el movimiento natural del jugador y la precisión antinatural de los tramposos. Activision ha prometido mejoras que abordarán tanto las trampas de software como las de hardware externo, estableciendo lo que denomina un nuevo estándar de seguridad en la serie.
Uno de los próximos cambios más significativos es la introducción de la verificación remota, o Remote Attestation, que validará la integridad del sistema a través de los servidores de Microsoft Azure. Este método se describe como más seguro que la verificación local, por lo que es mucho más difícil para los tramposos falsificar los requisitos de TPM y Secure Boot. Cuando se combine con las herramientas de detección ampliadas de Ricochet, se espera que el sistema cierre muchas de las lagunas que se aprovechan actualmente en la beta.
El problema de las trampas no es exclusivo de Call of Duty. Battlefield 6, el principal competidor de la franquicia este año, se enfrentó a problemas similares durante su beta abierta, y el sistema antitrampas de EA eliminó más de 300.000 cuentas. Este patrón recurrente en todos los shooters pone de manifiesto la carrera armamentística entre desarrolladores y creadores de trampas. Aunque Activision ha emprendido acciones legales contra los creadores de trampas y sigue perfeccionando Ricochet, el ciclo de detección y elusión sigue siendo un reto inevitable para los grandes lanzamientos de FPS.
Para los jugadores de consola, Activision también ha reiterado que desactivar el juego cruzado seguirá siendo una opción para reducir la exposición a los tramposos de PC. El editor señaló a principios de este año que la mayoría de las trampas proceden de usuarios de PC, lo que ofrece a los jugadores de consola cierta protección si deciden jugar dentro del ecosistema de su plataforma.

La beta, que abrió su acceso anticipado el 2 de octubre antes de ampliarse a todos los jugadores el 5 de octubre, seguirá sirviendo de campo de pruebas para estas medidas antitrampas en evolución. El equipo RICOCHET ha confirmado que está supervisando activamente las partidas en directo, analizando informes y ajustando los sistemas para recopilar datos de miles de configuraciones de hardware. Según Activision, todas las detecciones y eliminaciones que se produzcan durante las pruebas servirán para reforzar las protecciones en el momento del lanzamiento.
El lanzamiento oficial de Call of Duty: Black Ops 7 está previsto para el 14 de noviembre, fecha en la que se activará el sistema antitrampas. El editor lo presenta como el comienzo de una nueva era en la prevención de trampas, que integra verificación avanzada, aprendizaje en tiempo real y defensas en capas. Queda por ver si esto proporcionará finalmente a los jugadores de Call of Duty una experiencia más estable y justa, pero por ahora, la beta ha vuelto a poner de manifiesto lo persistentes y perjudiciales que siguen siendo las trampas en la franquicia.
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