Los problemas con el metal líquido podrían amenazar a todos los modelos de PS5

La decisión de Sony de equipar la PlayStation 5 con un sistema de refrigeración líquida metálica pretendía garantizar un rendimiento estable incluso con grandes cargas de trabajo. Sin embargo, nuevos informes sugieren que este enfoque de ingeniería podría estar generando problemas de fiabilidad a largo plazo. Según Wccftech, la degradación del compuesto de metal líquido podría plantear riesgos para todos los modelos de PS5, incluidas las versiones original, Slim y Pro.

El metal líquido parece propenso a las fugas y la oxidación

Aunque el metal líquido ofrece una transferencia de calor superior a la de la pasta térmica tradicional, sus propiedades inherentes también introducen vulnerabilidades. Los técnicos han documentado casos en los que el material ha goteado, se ha secado o se ha oxidado en la APU. Estos problemas pueden provocar sobrecalentamiento, inestabilidad del rendimiento y la necesidad de un mantenimiento profesional.

PS5 Slim afectada tras sólo 18 meses de uso

Un caso denunciado es el de una PlayStation 5 Slim que falló en menos de año y medio, a pesar de haber sido utilizada en vertical desde el primer día. Cuando la consola llegó a un centro de reparación, mostraba los clásicos signos de degradación del metal líquido.

Al inspeccionarla, los especialistas encontraron restos secos del compuesto térmico, marcas de oxidación y un contacto comprometido entre la APU y el sistema de refrigeración. Según el técnico, la orientación de la consola no era la causa: el fallo se atribuía a la calidad de la aplicación y al envejecimiento natural del metal líquido, un problema que puede acabar apareciendo en todas las unidades PS5.

¿Podrían necesitar mantenimiento todas las PS5 con el tiempo?

Aunque pueda sonar exagerado afirmar que todas las consolas PS5 necesitarán mantenimiento, el creciente conjunto de datos indica que el problema no es aislado. Han aparecido casos de deterioro de las interfaces térmicas en múltiples revisiones a lo largo de varios años, y los centros de reparación informan de un número cada vez mayor de sistemas afectados. Las consolas más vulnerables a los daños parecen ser las unidades más antiguas que han superado la marca de los tres años.

Sony ha introducido cambios de diseño en la PS5 Pro y en la revisión actualizada CFI-2100. Sin embargo, sigue siendo incierto si estos ajustes serán suficientes para eliminar la degradación a largo plazo del compuesto de metal líquido.