Los desarrolladores de Dragon Age y Mass Effect de BioWare "no se llevaban bien", dice un antiguo guionista

Si alguna vez pensaste que la época dorada de BioWare era una máquina impecable entre bastidores, el antiguo guionista principal de Dragon Age, David Gaider, acaba de hacer estallar esa burbuja. En una serie de picantes publicaciones en las redes sociales, Gaider reveló que las dos franquicias insignia del estudio -Mass Effect y Dragon Age- eran básicamente agua y aceite. Aunque ambos juegos compartían algunos fans, sus equipos de desarrollo no eran precisamente amigos a puerta cerrada.

Según Gaider, las cosas estaban tan fracturadas que los equipos de Dragon Age y Mass Effect "bien podrían haber sido dos estudios distintos". Diferentes estilos de liderazgo, diferentes culturas y, al parecer, mucha tensión pasivo-agresiva. Esa tensión llegó a su punto álgido cuando Gaider fue llamado para ayudar a escribir para Anthem, el ahora famoso fracaso de servicio en vivo.

"El equipo no me quería allí. Para nada"

recordó Gaider, explicando cómo los desarrolladores de Anthem se mostraron fríos hacia su participación, a pesar de que la dirección le encargó específicamente que aportara al juego un aire más narrativo y de ciencia ficción.

La grieta que mató la magia

Gaider dijo que Anthem se planteó inicialmente como un shooter de ciencia ficción dura en la línea de Aliens, y que su presencia -junto con sus dotes de escritor de RPG- fue recibida con escepticismo. Según él, los desarrolladores criticaron constantemente su trabajo por ser "demasiado Dragon Age", dando a entender que cualquier cosa que se pareciera a su anterior obra de fantasía era de alguna manera incorrecta para el proyecto.

¿El mayor problema? Gaider afirma que el equipo de Anthem no quería hacer un RPG tradicional de BioWare. Mientras que los ejecutivos seguían tratando de inyectar historia en la mezcla, el equipo sobre el terreno no parecía compartir esa visión.

"Querían que agitara mi varita mágica de escritor y creara una historia de la calidad de BioWare sin darme ninguna de las herramientas que necesitaba para hacerlo", afirma sin rodeos.

Tras un frustrante periodo de iteración y desconexión, Gaider afirma que pidió dirigir otro proyecto como director creativo, petición que fue rechazada. Poco después, abandonó el estudio en el que había trabajado durante 17 años.

¿Dónde acabaron todos?

Desde entonces, Gaider ha vuelto a encontrar su sitio en Summerfall Studios, el estudio independiente responsable de Stray Gods: The Roleplaying Musical, que salió a la venta en 2023 con buenas críticas. Su próximo juego, un constructor de mazos demoníacos llamado Malys, está en fase de desarrollo.

En cuanto a BioWare, las cosas han ido mal. Después de que Anthem se estrellara y se quemara a pesar de los múltiples esfuerzos posteriores al lanzamiento para revivirlo, el estudio encontró una leve redención con Mass Effect: Legendary Edition en 2021. Dragon Age: The Veilguard le siguió con buenas críticas, pero no iluminó las listas de ventas. Ahora, el estudio es más pequeño y está centrado únicamente en el próximo Mass Effect, del que se habló por primera vez en 2020.

El legado de la franquicia y los problemas de crecimiento del estudio

Dragon Age y Mass Effect son sin duda dos de las franquicias de RPG occidentales más emblemáticas de las décadas de 2000 y 2010, ambas marcadas por el profundo compromiso de BioWare con la elección del jugador, la riqueza de la construcción del mundo y la ambigüedad moral. Pero los comentarios de Gaider revelan que incluso los grandes éxitos pueden verse alimentados por tensiones, políticas y visiones divergentes.

En todo caso, refuerza el hecho de que gran parte del legado de BioWare se basa en un precario equilibrio entre la escritura y el diseño, entre la fantasía y la ciencia ficción, entre las tradiciones de los RPG y el modelo moderno de juegos como servicio. Ese equilibrio no siempre se ha mantenido.

Ahora que BioWare se centra exclusivamente en el futuro de Mass Effect, los fans solo pueden esperar que la alineación interna del estudio sea más sólida que durante la debacle de Anthem.