Last Flag de Imagine Dragons es una divertida carta de amor 5v5 al caos del patio trasero

¿Alguna vez has jugado a capturar la bandera por la noche en el bosque, corriendo descalzo como un loco, esquivando ramas, sintiéndote como si estuvieras en una especie de misión de sigilo en la vida real? Ese es el tipo de energía nostálgica que busca Last Flag, pero con tubos de vacío, torres de radar y un presentador retrofuturista llamado Victor Fex gritando en el vacío.

No se trata de un modo de minijuego a medias. Es un juego multijugador 5 contra 5 en tercera persona que consiste en esconderse, cazar y transportar. Escondes la bandera de tu equipo, controlas zonas para averiguar dónde ha escondido el enemigo la suya, la robas y la mantienes durante un intenso minuto. ¿Y si te eliminan? No estás muerto: te llevan a una sala verde y vuelves a entrar más tarde. El ambiente es caótico, pero con un diseño ajustado.

"Dan y yo crecimos en los Boy Scouts... jugábamos a capturar la bandera en el bosque por la noche. Es una especie de experiencia infantil por excelencia... y nadie ha creado nunca algo que satisfaga ese deseo... que es esconderse de verdad, encontrar de verdad, la emoción de la naturaleza, ser un héroe, moverse a hurtadillas" -Mac Reynolds, cofundador de Night Street Games.

Last Flag es obra de Night Street Games, un nuevo estudio independiente fundado por Dan Reynolds, líder de Imagine Dragons, y su hermano Mac, que también dirige el grupo. ¿Su objetivo? Llevar la emoción infantil del CTF a un programa de juegos estilizado ambientado en un futuro psicodélico de los años setenta.

La presentación se inclina hacia el camp y el estilo, desde la colorida estética del juego hasta el hecho de que las partidas duran menos de 20 minutos y nunca te eliminan por mucho tiempo. Cada vez que resucitas, no es un contratiempo, sino parte del espectáculo. Hay 10 personajes entre los que elegir, cada uno con sus propias peculiaridades, y cada combate se retransmite en el universo como un deporte televisado.

Lo que diferencia a este juego, aparte del telón de fondo del concurso, es lo mucho que gira en torno a la diversión momento a momento. Tanto si ganas como si pierdes, los creadores quieren que te lo pases bien. Incluso la derrota tiene sus ventajas.

"Cuando pierdes una partida, suena una canción. Solo suena cuando estás en la pantalla de derrota, y es quizá la mejor canción que tenemos en el juego... el equipo ganador no la entiende" -Matthew Berger, Director del juego

Musicalmente, el juego es tan extraño y maravilloso como su premisa. Dan Reynolds se asoció con JT Daly y Dave Lowmiller para crear una banda sonora con instrumentos auténticos de los años setenta. Todo, desde la fase de ocultar la bandera hasta la pantalla de derrota, tiene música personalizada, con opciones de sonido dinámicas que reflejan lo que está ocurriendo en la partida.

En cuanto a la jugabilidad, no se trata sólo de un shooter con un toque de CTF. El objetivo desde el principio era hacer de la captura de la bandera el núcleo de la experiencia, no una ocurrencia tardía. Según los desarrolladores, pasaron años creando prototipos, probando y ajustando sistemas para conseguir ese momento exacto de tensión y triunfo que se siente al esprintar con la bandera enemiga mientras tu equipo grita por el chat de voz.

Se trata de un juego en el que la competición es importante, pero la diversión sigue siendo lo más importante. No pretende ser un deporte electrónico, sino un party game legendario que recompensa el juego táctico.

Last Flag se lanzará en 2026 en Steam y Epic Games Store para PC, con versiones para consola en el horizonte. Aún no hay detalles sobre la monetización, pero el nombre de Imagine Dragons ya ha levantado mucha expectación.

Es demasiado pronto para saber si Last Flag se colará en las listas de GOTY cuando llegue, pero tiene esa inconfundible energía indie: algo nuevo, personal y pulido. Está hecho por gente a la que claramente le importa más captar un ambiente que seguir las tendencias.

Tanto si acaba redefiniendo los party shooters como si no, al menos hace algo que muy pocos juegos intentan. Es una rara mezcla de música, memoria y caos, y puede que funcione.

Ver el tráiler. Marca el nombre. Last Flag podría ser el extraño juego del que todo el mundo siga hablando a finales del año que viene.